Turismo en Chile: reactivación, sostenibilidad y liderazgo femenino

El turismo chileno se prepara para una nueva temporada alta con altas expectativas. Tras años de recuperación postpandemia, la industria ha logrado reimpulsar su crecimiento gracias al aumento de visitantes nacionales y extranjeros, la diversificación de destinos y la consolidación de una oferta que combina naturaleza, gastronomía, cultura y sostenibilidad.

Según datos recientes de SERNATUR, durante el primer semestre de 2025 el turismo receptivo creció más de un 35 % respecto del año anterior, impulsado por el regreso de visitantes desde Argentina, Brasil y Europa, y por el fortalecimiento del turismo interno. Con la llegada de las fiestas de fin de año y la temporada estival, se proyecta un incremento significativo en la demanda de servicios turísticos, hoteleros y gastronómicos a lo largo del país.

En este escenario, la profesionalización del sector ha sido clave. Chile ha avanzado en la incorporación de estándares de calidad, innovación digital y prácticas sostenibles, buscando posicionarse como un destino competitivo y responsable. Programas de certificación, capacitación y fomento al emprendimiento han fortalecido a miles de micro, pequeñas y medianas empresas que son el motor del turismo local.

Pero si hay un cambio que merece especial atención, es el creciente liderazgo femenino. Hoy, las mujeres representan más del 60 % de la fuerza laboral del turismo chileno, y cada vez más ocupan cargos de dirección, emprendimiento y gestión estratégica. Ingenieras comerciales, gestoras de destinos, administradoras hoteleras, guías certificadas y profesionales del marketing turístico lideran proyectos que combinan innovación, sustentabilidad y experiencia local.

La mirada femenina ha sido decisiva para transformar la oferta turística hacia un enfoque más inclusivo, sostenible y vinculado con las comunidades. Iniciativas como el Sello Mujer Empresaria Turística, impulsado por SERNATUR y el Ministerio de la Mujer, han visibilizado el aporte de cientos de emprendedoras que, desde distintas regiones, promueven el turismo rural, patrimonial, enológico y de naturaleza con identidad territorial.

La temporada 2025-2026 se perfila como un punto de consolidación. Los desafíos están puestos en mejorar la conectividad, fortalecer la promoción internacional y digitalizar la experiencia turística. Pero también —y de manera esencial— en seguir avanzando hacia la equidad de género y la corresponsabilidad laboral, para que las mujeres no solo sean protagonistas del turismo, sino también beneficiarias de un desarrollo justo y sostenible.

La industria turística chilena tiene hoy la oportunidad de reafirmar su compromiso con la sostenibilidad, la innovación y la igualdad. Tres ejes que no solo potencian la competitividad del sector, sino que reflejan la nueva forma de entender el desarrollo: una que pone en el centro a las personas, la cultura y los territorios.